Moverse juntos en armonía es la esencia de la mayoría de nuestras interacciones con los caballos, sea pie a tierra o montado. Moverse juntos es un guion esencial para los caballos en su vida natural, sea en la huida o en la vida tranquila.
Entonces el propósito de que nos movamos juntos en armonía no debe ser complicado; de hecho, no lo es. Somos nosotros los que complicamos la faena.
La consciencia amplia del caballo abarca todo lo que cae dentro del rango de su órganos sensoriales. Sobre todo, es altamente consciente, no solo de su propio cuerpo y movimientos, sino también de los de otros en su alrededor y su posición y velocidad en relación a él.
Como humanos, tenemos una tendencia a enfocar nuestra consciencia en nuestra meta cuando estamos trabajando, una tendencia acentuada en la vida moderna y nuestra educación. La vida urbana anula la consciencia amplia como la conciencia corporal, tanto que mucha gente no sabe dónde están las partes de su cuerpo ni lo que están haciendo con ellas, generando gestos, movimientos y actitudes corporales sin darse cuenta de ellos o de sus efectos sobre los demás. Para un caballo es difícil encontrar la armonía que busca con una persona así y muchos caballos aprenden a ignorarnos.
Otros impedimentos para moverse juntos son: el miedo del otro; el actitud dominante; la indecisión o confusión; en la monta, la tensión.
El caballo se sincroniza más con nosotros cuando se siente incierto y tiene confianza en nosotros.
Este caballo trata de sincronizar sus pasos con los mios
En la monta, el caballo sincroniza los movimientos de las partes de su cuerpo con las correspondientes partes del cuerpo del jinete
Así cuando el jinete desplaza una mano a la derecha, también el caballo; cuando se gira los hombros, también el caballo; cuando se bloquea los lumbares, también el caballo y no avanza.
Las ayudas no son ordenes sino invitaciones al caballo a sincronizar.