La Doma. Problemas

LOS CABALLOS RESABIADOS Y PROBLEMÁTICOS

El tratamiento de tales caballos suele tener mucho que ver con la educación de sus dueños. Depende de un análisis correcto de las raíces de sus problemas:

– COMODIDAD

El caballo nunca trabaja bien si está incómodo o dolorido. Problemas de dolor o miedo a la embocadura (claro está que esto depende de la mano del jinete), de lesiones musculares o de columna vertebral causados por la fuerza aplicada contra un músculo tenso, de presiones de una montura inadecuada, de dolores musculares del dorso provocados por una mala postura cuando está montado, de mala postura del jinete, de un mal herraje y otros dan como resultado conductas problemáticas como malos gestos o incluso ataques, rechazos, levantadas de manos, nerviosismo y muchas otras cosas más.

El caballo siempre nos advierte de su malestar. La interpretación correcta de sus señales nos lleva al tratamiento adecuado en lugar de al castigo, que siempre empeorará el comportamiento.

– MIEDO

La mala mano, el abuso de castigo, el uso de herramientas demasiado fuertes para la sensibilidad del animal desemboca en miedo que, debido a su expresión física en tensión supraespinal, puede incluso provocar lesiones. El miedo siempre tiene un mal efecto en el comportamiento del animal, por eso hemos de poner énfasis en la confianza.

– MAL USO DE CASTIGOS

El caballo nunca aprende bien a través del castigo, que provoca miedo y la reacción de intentar escapar. El uso del castigo tiene que ser muy exacto para tener los resultados que queremos, y normalmente no podemos aplicarlo en el momento exacto. Los caballos demasiado castigados o domados por medio del castigo se ponen nerviosos, son imprevisibles e incluso agresivos y suelen aprender a reaccionar de manera opuesta a la que queremos.

– MAL APRENDIZAJE

Es el resultado de una mala enseñanza. Cuando un caballo tiene un hábito fuerte a reaccionar mal ante ciertas situaciones o señales, necesita un programa de re-enseñanza muy bien pensado y aplicado para re-aprender.

– MALAS CONDICIONES DE VIDA

El bienestar emocional del caballo es imprescindible para conseguir que se comporte bien. El caballo estresado es incapaz de aprender o de funcionar bien. Normalizar su vida, en el sentido equino, dándole más libertad, oportunidades de ver y de estar en contacto con otros caballos y prestar atención a su dieta (más forraje), siempre ayuda.

– MALA MANO, MALA MONTA

Hay personas que inconscientemente dan señales contradictorias. El caballo interpreta más la intención de nuestro cuerpo que las señales que ha aprendido. Un ejemplo es el del principiante incapaz de poner un caballo a galopar dándole fuerte con las piernas porque su cuerpo está tan tenso que el caballo se bloquea.

– EXPERIENCIAS TRAUMÁTICAS

Cuando un trauma se generaliza, el caballo parece imprevisible en sus ataques de pánico.

-ESTADOS HORMONALES DESEQUILIBRADOS

Éstos pueden provocar trastornos de comportamiento que sólo se resuelven con tratamiento veterinario.

– PARANOIA POR PARTE DE LA GENTE

La mala interpretación de las señales del caballo y el castigo de lo que es percibido como maldad crea gran cantidad de problemas.

El trabajo en el picadero redondo, combinado con atención al bienestar físico y emocional, ha probado ser una técnica muy efectiva en el análisis y resolución de tales problemas. En particular, los problemas de miedo o tensión tan habituales, que impiden que un caballo de doma consiga un buen nivel se resuelven rapidísimo.

Gran parte de nuestro trabajo es el tratamiento de caballos problemáticos, con los que tenemos éxitos espectaculares y fiables. Excepto en casos muy obvios en que la gente es capaz de resolver por sí misma con un poco de conocimiento, resulta imposible dar un juicio concreto y cierto sin ver a la persona y al caballo juntos.